Recuerdo que éramos refugiados y participabamos en la última parte del programa de protección social para los que aplicaban a residencia por asilo político.

Vivíamos con una salvadoreña que fue una inmensa bendición para nuestras vidas.

Mientras buscábamos un piso propio para vivir toda la familia pasamos dos meses en casa de este ángel que Dios puso en nuestras vidas. Allí hicimos reuniones de estudios bíblicos.

Un día saliendo del piso me encuentro con una mujer que subía las escaleras de rodillas, como decimos nosotros; gateando y quejandose. Ella y su marido vivían justo en frente del piso de nuestra amiga.

Eso partió mi corazón en dos. No aguante mas las ganas y les pedí que me permitieran orar por ella. El marido dijo que si, y ella también.

Entre a su piso y le dije que se sentara en el sofa. Le pregunte cuanto tiempo tenia con ese dolor y dijo que tenía mucho tiempo en esa condición.

Le pregunté si le dolia solo para confirmar y ella lógicamente dijo que el dolor era insoportable.

Tomé su tobillos, extendió su piernas y declare una palabra de sanidad. Tenía una pierna más larga que la otra se notaba mucho era como de 2 centímetro.

Ella sintió una electricidad en su cuerpo mientras yo oraba y se levantó sin dolor.

No pude grabar cada paso pero les pedí que testificaron y accedieron muy amablemente.

Dios la sanó, la ¡Gloria sea a nuestro Dios todopoderoso!

Recuerdo que el Espíritu de Dios me guió a orar por su finanzas. En este país una persona con discapacidad puede solicitar una ayuda económica por discapacidad.

Esto hace más difícil que alguien quiera recibir sanidad porque una necesidad financiera está o podría ser súplica por discapacidad.

Inconscientemente la gente ve el estar en discapacidad como una ventaja solo que muchos no están conscientes de que eso es algo que desea el subconsciente y terminan manifestando esa realidad porque necesitan la ayuda del ministerio de España.

Pero me impactó mucho la libertad que ella reflejó en su expresión corporal después de ser libre de la dolencia.

Dios es bueno y vino a quitar nuestro dolor.

Creo que haré un curso sobre la manifestación de lo que esperas. El poder creador de la fe. Lo que de verdad crees eso manifiestas. Esto es una ley espiritual y Jesús lo enseñó.